SANTO DOMINGO- Los seres humanos se benefician directamente de los ecosistemas, y en la medida en que estos se preserven saludables y los que están degradados sean recuperados, continuarán recibiendo de ellos aire puro, comida sana y agua de calidad, que son los servicios fundamentales que ofrecen y que se constituyen en clave para el bienestar humano. Los ecosistemas son también, en cuanto capital natural, la base para el bienestar económico de las sociedades.
Las consideraciones son de Olivier Langrand, director ejecutivo del Fondo de Alianzas para Ecosistemas Críticos (CEPF), un experto en política ambiental con 27 años de experiencia en la coordinación y ejecución de proyectos de conservación. Argumenta que esa importancia vital de los ecosistemas ha llevado a las instituciones que conforman este fondo a destinar recursos para la protección, mediante el financiamiento de acciones que involucren en su cuidado a las comunidades, de lugares que concentran una rica biodiversidad, conocidos como Hotspots, y cuya conservación puede tener un enorme impacto global.
Los donantes del CEPF son la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco Mundial, Conservación Internacional, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la Fundación MacArthur, el Gobierno de Japón y la Unión Europea. El CEPF tiene 15 años de existencia y su oficina principal está en Washington, Estados Unidos.
Langrand estuvo recientemente en República Dominicana para el cierre de la primera fase de la inversión de este fondo en el país, acompañado de Michele Zador y Antonia Cermak Terzian, directora de donaciones y administradora de donaciones, respectivamente. El CEPF apoyó a organizaciones de la sociedad civil local con US$1,658,000, recursos que permitieron la ejecución en cinco años de 29 proyectos de conservación.
“Una de las cosas más sobresalientes es la importancia del largo plazo para la conservación e involucrar a los actores clave. Por ejemplo, aquí hemos visto la importancia de involucrar a las comunidades locales en los proyectos de conservación para asegurar la sostenibilidad de las acciones”, afirma.
El CEPF -ha indicado su director ejecutivo- quiere reforzar en la sociedad civil la importancia de trabajar el tema de conservación de la biodiversidad con todos los actores clave, incluyendo el gobierno y el sector privado: “Y mi esperanza es que las personas que están trabajando dentro del gobierno y el sector privado tengan también está visión, y que estén muy abiertos para que ellos también trabajen con otros sectores importantes”.
Impacto del apoyo del CEPF
Durante cinco años, CEPF ha apoyado iniciativas de conservación en ecosistemas críticos de las islas del Caribe con US$6.9 millones, de los cuales el 23% se destinó a proyectos en República Dominicana. Langrand indica que un impacto de esta donación ha sido el aumento de la capacidad instalada en las organizaciones de la sociedad civil locales, las que alcanzaron resultados sobresalientes.
“República Dominicana tuvo fuertes avances en su portafolio de proyectos. Hemos notado que hay beneficios claros con base en el uso sostenible de la naturaleza. Hemos notado pagos por servicios ambientales en base de los recursos hídricos, en base de secuestro de carbono y también por el ecoturismo. Esto está desarrollando una economía en base a la naturaleza”, ha expresado al referirse a los resultados alcanzados por los proyectos locales.
A la pregunta sobre una segunda fase de donaciones para las islas del Caribe y para República Dominicana, informa que el CEPF tiene como política hacer inversiones en ciclos de cinco años en áreas de biodiversidad en estado crítico: “Hemos concluido este ciclo aquí en el Caribe”, al tiempo que precisa que si bien para nuevas inversiones priorizarán lugares en los cuales no han invertido, también considerarán otros que hayan apoyado, lo cual dependerá de las evaluaciones sobre los impactos logrados.
“En base de los hallazgos de esta evaluación final que estamos realizando, vamos a determinar si este Hotspot merece una nueva inversión. Entonces, cuando tengamos los resultados de esta evaluación vamos a proporcionarlos a nuestro Consejo de Directores para determinar dónde vamos a hacer las inversiones futuras”, puntualiza Langrand.
A la fecha, el CEPF ha hecho inversiones para proteger la biodiversidad en 24 de los 36 hotspots que han sido identificados en el planeta, en algunos de los cuales no puede trabajar porque se encuentran en países desarrollados. Los Hotspots son áreas con un gran número de especies, muchas de las cuales no se encuentran en otra parte, que están fuertemente amenazadas por la pérdida de hábitats y otras actividades humanas. El éxito en la conservación de esas áreas puede tener un enorme impacto en la biodiversidad global.
Urbanización, conservación y periodismo
Otro tema abordado en la entrevista estuvo relacionado con la concentración de poblaciones en las ciudades, produciéndose un abandono de la zona rural y una desconexión con la naturaleza. En ese contexto, el director ejecutivo de CEPF ha considerado el papel de quienes ejercen el periodismo como muy importante para compartir la importancia de la naturaleza para el bienestar del ser humano.
“La conservación de la biodiversidad y de los recursos naturales no es solo responsabilidad de las personas que viven al lado de un bosque, de una zona costera, de una laguna o de un lago. Es la responsabilidad de todos los ciudadanos de un país. La conservación de naturaleza es clave para el desarrollo económico de todos los países del mundo. Y los periodistas tienen un papel fundamental para compartir y escribir sobre la importancia de la naturaleza como una base para obtener el desarrollo económico de un país”, dijo para concluir.
Por Solange de la Cruz