Grupo Jaragua: conservando y buscando alternativas de desarrollo local

Existe una creencia errónea en el pensamiento popular en la República Dominicana que vincula los suelos fértiles y la verde campiña con los valles del Cibao, al mismo tiempo que relaciona la aridez y la escasez de vida con el Sur. Quien se ha paseado por un bosque seco en el Parque Nacional Jaragua sabe que nada de esto se aleja más de la realidad. La variedad de reptiles, insectos, aves y plantas es asombrosa, y sus bosques, sólo tiene de “seco” el nombre, porque la vegetación que albergan está totalmente adaptada a unas condiciones climáticas de escasas precipitaciones.

Bromelia Parque JaraguaEsta rica biodiversidad tanto de ecosistemas como de especies, fue lo que impulsó a un grupo de biólogos a principios de la década de los 80 a presionar a la opinión pública para que se decretara esta zona tan diversa como área protegida. Gracias a ellos, surgió el Parque Nacional Jaragua en 1983. Esta reserva toma su nombre del cacicazgo Jaragua, el más grande de los cinco cacicazgos en los que se dividía la isla en la época de los tainos.

Con una superficie de aproximadamente 1,543 km2 entre áreas marinas, insulares, estuarianas, lacustres y terrestres, este Parque forma parte de la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enrquillo. El Grupo Jaragua nace en 1987 con el objetivo de apoyar desde la sociedad civil la implementación y el manejo de esta área protegida.

Iguana sobre manglarDesde entonces, el Grupo Jaragua no sólo ha centrado su quehacer en pro de la biodiversidad del Parque Nacional Jaragua, sino que ha expandido su radio de acción a toda la Reserva de la Biosfera, y además promueve acciones para la defensoría ambiental y en la definición de políticas ambientales a nivel nacional e internacional.

En los últimos años este grupo ambientalista ha venido desarrollado diferentes proyectos, dos de ellos contaron con la financiación del Fondo de Alianzas de Ecosistemas Críticos (CEPF) para conservar la biodiversidad de estas áreas. El primero de estos proyectos desarrolla dos componentes: por un lado, promueve la creación de parcelas agroforestales – sembrando plantas endémicas y nativas, y por otro, desarrolla la apicultura. Estas actividades se realizan en las comunidades de amortiguamiento del Parque Nacional Jaragua con fines de conservación, pero al mismo tiempo proporcionando alternativas económicas a la población. El segundo proyecto trabaja los mismos componentes pero tiene un carácter binacional pues trabaja tanto en Anse-à-Pitres (Haití) como en varias comunidades de Pedernales.

 

 

Vivero Parque Nacional JaraguaLas parcelas agroforestales que se han implementado a través de estos proyectos siguen el modelo de agroforestería análoga: tratando de crear estructuras similares a las que desarrollan los bosques en diferentes niveles o doseles. Así, las plantas se distribuyen en diferentes alturas como en un bosque natural, con la idea de elegir diferentes cultivos que al mismo tiempo sean propios de la región y proporcionen alternativas económicas a sus propietarios.

El conuco agroforestal de Rubén, un beneficiario del proyecto del Grupo Jaragua de la comunidad Los Tres Charcos (Oviedo-Pedernales), estaba estructurado de la siguiente manera: en el dosel bajo, disponía de orégano nativo, muy demandado para la fabricación de aceite; mientras que en el dosel medio había sembrado:

 

  • MijoCanelilla: árbol endémico del Parque Jaragua, de crecimiento muy lento, su hoja es muy demandada para hacer té. Esta gran demanda lo ha puesto en peligro, pues en general la gente extrae las hojas de las plantas silvestres haciendo cortes en el bosque (lo que impacta de forma negativa en este ecosistema tan frágil) y cortando las plantas para extraer su hojas. El Grupo Jaragua lleva años haciendo esfuerzos para promover su cultivo en las comunidades aledañas al Parque, ya que con una poda inteligente de la planta se refuerza el crecimiento de la hoja.
  • Mijo: árbol nativo. Su fruto el guavaberry tiene un sabor muy sutil y es muy apreciado para la fabricación de licor.
  • Guaconejo, árbol nativo de crecimiento lento, muy demandado porque su madera se utiliza para la fabricación de perfumes.

 

 

Mientras que en el dosel alto Rubén sembró varios árboles maderables nativos como el roble, la caoba, el almácigo y el guayacán. Los comunitarios como Rubén, con una pequeña plantación de este tipo y dando el manejo apropiado a cada especie, pueden aprovechar de las ventajas económicas que proporcionan estas plantas al mismo tiempo que mejoran su calidad de vida.

Colmena en Parque JaraguaEl componente de apicultura es también clave para la conservación de la biodiversidad y para mejorar los ingresos económicos de las familias. Como mencionamos en un artículo anterior “los ecosistemas críticos y su biodiversidad son el hábitat natural de unos animalitos esenciales también para nuestra seguridad alimentaria y en definitiva para la vida en la tierra: los POLINIZADORES. Abejas, mariposas, zumbadores…son esenciales para completar el ciclo reproductor de las plantas. Sin polinización no hay frutos, no hay semillas, no hay nuevas plantas, no hay vida”. Los apicultores protegen de forma natural el bosque porque son conscientes de que un bosque saludable es beneficioso para su producción de miel. Cuanta más diversidad de plantas y de flores encuentran las abejas, más miel producen y más beneficios reciben los apicultores.

De esta manera el Grupo Jaragua promueve la conservación de la biodiversidad de las especies y los ecosistemas de la zona, al mismo tiempo que proporciona otras alternativas económicas a las comunidades aledañas al Parque Nacional Jaragua y a otras comunidades del Sur tanto de República Dominicana como de Haití.

 

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